martes, 14 de abril de 2009

Chelsea y Barcelona se meten en semis


Se definieron los dos primeros semifinalistas esta tarde y fuéron los que hicieron la diferencia en el primer partido de la serie, Chelsea y Barcelona. En el caso del conjunto inglés tuvo que transpirar la gota gorda para sacarse de encima al legendario Liverpool. El primer tiempo fué todo de los Reds que lograron anotar dos goles por intermedio de Xabi Alonso y Fabio Aurelio y ponerse a tiro para logarar la clasificación. Para el complemento los locales se vinieron con todo y llegaron a darlo vuelta gracias a los goles de Drogba, Lampard y del duro defensa brasileño Alex. Cuando todo parecía definido aparecío nuevamente el corazón que suele tener el Liverpool en esta copa y pudo pasar adelante de nuevo en el marcador con los goles de Lucas y el extraordinario delantero holandés Dirk Kuyt. Estaba vivo y a un solo gol de lograr la hazaña de meterse en la semifinal pero apareció el símbolo del Chelsea, Lampard, nuevamente y empató el partido cuatro a cuatro y le dió el pase definitivo a los londinenses. Sin dudas hasta el momento el mejor y más emotivo encuentro de esta Champions tenía que ser entre dos equipos ingléses, actualmente los mejores del continente con permiso del Barcelona obvio. Hablando del Barcelona hay que decir que no sufrió demasiado en su visita a Munich y logró empatar a uno con el Bayern gracias a un juego equilibrado priorizando como siempre el toque de primera y los cambios de frente y llegó al gol en este caso por sorpresa gracias a la inclusión ofensiva del volante malí Seydou Keita. Antes había abierto el marcador uno de los tres mejores jugadores del mundo, a mi gusto, Franck Ribery que no alcanzó y seguramente el francés se despidió definitivamente de Europa con la casaca del conjunto teutón ya que será vendido en el mercado de verano europeo a Manchester United o Barcelona firmes postulantes para llevarselo. Al francés solo le queda luchar por conquistar el doblete en liga con el Bayern Munich y despedirse de la mejor manera de su gente que lo transformó en ídolo indiscutido con tan solo vistiendo dos temporadas la casaca rojiblanca.


Por: Andrés Luzardo.

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